domingo, 9 de marzo de 2014

Un héroe (marxistoide) en el Vaticano y un cardenal engañabobos


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“El fundador de la Teología de la Liberación, la corriente católica de inspiración latinoamericana que defiende a los pobres, tuvo el martes pasado un recibimiento de héroe en el Vaticano, en momentos en que el otrora criticado movimiento continúa su rehabilitación con el papa Francisco.

El reverendo Gustavo Gutiérrez Merino, de Perú, fue el orador sorpresa este martes en el lanzamiento de un libro, en el que participaron el cardenal Gerhard Mueller, jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entidad encargada de velar por que los sacerdotes no se alejen de las enseñanzas centrales de la Iglesia; el cardenal Óscar Rodríguez(Maradiaga) uno de los principales asesores del Papa, y el portavoz del Vaticano”

Vatican Insider da más detalles sobre la presentación del libro:
“Pobre y para los pobres”. La palabras del Papa son también el título del más reciente libro de Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.(Con poncho en la foto).Un texto que parece ser el paso definitivo hacia una Teología de la Liberación “normalizada”. El volumen, que cuenta con el prólogo de Francisco, se presentó en un auditorio del Vaticano…

Müller es el principal artífice de esta “normalización” a una corriente de pensamiento que todavía desata encendidos debates en América Latina. Él es, desde hace décadas, amigo personal de Gutiérrez, “padre” de esa teología. Tras la presentación del libro el flamante cardenal alemán explicó a los periodistas por qué la apoya sin dudar.

Ahora bien, el fundador Gutiérrez publicó en 1973 Fe cristiana y cambio social ,donde estampa estas lindezas “católicas” y de las cuales nunca se arrepintió:

 “… la lucha de clases es un hecho, y la neutralidad en este asunto es imposible”.
“… no hay nada más cierto que un hecho. Ignorarlo es engañar y dejarse engañar y, además, privarse de los medios necesarios para eliminar verdadera y radicalmente esta condición ‒es decir,avanzar hacia una sociedad sin clases“.
“Participar en la lucha de clases no sólo no se opone al amor universal; hoy en día, este compromiso es el medio necesario e ineludible para tornar este amor concreto, ya que esta participación es lo que conduce a una sociedad sin clases, una sociedad sin propietarios y desposeídos, sin opresores y oprimidos”.
“… la misión de la Iglesia se define práctica y teóricamente, pastoral y teológicamente, en relación con… el proceso revolucionario. Es decir, su misión se define más por el contexto político que por problemas intraeclesiales”.
“… la lucha de clases existe dentro de la misma Iglesia … la unidad de la Iglesia (es)… un mito que debe desaparecer si la Iglesia es “reconvertida” al servicio de los trabajadores en la lucha de clases”.
“La solidaridad y protesta de que hablamos tienen en el mundo actual, un evidente e inevitable carácter político, en tanto que tienen una significación liberadora. Optar por el oprimido es optar contra el opresor. En nuestros días y en nuestro continente, solidarizarse con el pobre así entendido, significa correr riesgos personales… Es lo que ocurre a muchos cristianos -y no cristianos- en el proceso revolucionario latinoamericano”. (Ver Post del 11Sep 2013 “MÁS ALIENTO A LA REVOLUCIÓN” http://www.catapulta.com.ar/?p=11414)

No puede entonces el engañabobos del cardenal Müller hablar de una Teología de la Liberación “normalizada”. Ya estamos grandes, Eminencia…

Por su parte, Francisco continúa alegremente con sus jugueteos de político venido a más (a Papa u obispo de Roma, digo).

Nota catapúltica

Sobre la heterodoxia del Cardenal Müller verhttp://blog.messainlatino.it/2012/03/il-vescovo-di-ratisbona-mons-muller y
http://casadesarto.blogspot.com.ar/2014/02/borbonear-y-mullerear.html

FUENTE:  CATAPULTA


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