miércoles, 14 de enero de 2015

Charlie Hebdo I. Supongamos que es lo que parece.

SUPONGAMOS QUE LA MASACRE DE CHARLIE HEBDO ES…
Lo que parece, una venganza llevada a cabo por islamistas

 Charlie Hebdo 2


Sería, sin lugar a dudas, una muestra de que la tan cacareada sociedad multicultural que nos quieren vender es un rotundo fracaso, un mojón intelectual políticamente correcto que sólo se cree la gente que vive alejada de la realidad, o lo que es lo mismo, la masa que no es capaz de pensar por sí misma; ya se encarga el Sistema de pensar por ella. Una masa acrítica que asume los eslóganes, que no los argumentos (por inexistentes), de las élites capitalistas y sus medios de comunicación, incapaz de ver un problema en sus mismas narices.

Los millones de inmigrantes que hay en Europa no han venido a pagarnos las pensiones ni tienen, en general, voluntad ni necesidad de integrarse. ¿Por qué se van a integrar si son capaces de formar comunidades tan grandes que les hacen sentirse como en casa? Los musulmanes en particular, ¿por qué habrían de asumir una cultura decadente como la occidental si la suya es mucho más sólida? No tiene el más mínimo sentido. No quieren y no lo necesitan. Es más, con el tiempo podrían acabar imponiéndose, por su fuerza y por la debilidad de los europeos. Y con razón, además, porque mientras nosotros pensamos en el fútbol, en comprarnos el último cacharro electrónico que ha salido al mercado o en la última edición de Gran Hermano, ellos se dedican a preservar su cultura y sus tradiciones y a tener hijos. Exacto, los hijos que nosotros no tenemos. Por lo tanto, en unas cuantas generaciones serán más. Y no sólo eso: Serán también más fuertes,  menos acomodados. En resumen, nos pasarán por encima.

Ahora, tras los sucesos de París, la sociedad bien pensante se rasga las vestiduras, incapaz como es de ver que esto es una consecuencia de eso que llaman progreso y sociedad multicultural, incapaz de ver que es culpa suya. Es el Sistema (capitalismo, democracia, relativismo) es el que ha fomentado la inmigración hacia Europa, especialmente musulmana. ¿Y ahora qué? Ahora entran unos señores con un fusil de asalto en la redacción de una revista y se ventilan a once personas de un plumazo, más los policías, más los del mercado. ¿No querían multiculturalidad? Pues que la disfruten.

Hemos llegado a esto porque Occidente, la Civilización Cristiana, prácticamente no existe como tal. Porque somos una cultura absolutamente decadente y en proceso de derribo, sino derribada del todo. Porque hemos sustituido a Dios por deportistas, Hollywood, TV, pornografía, drogas, hedonismo. Porque no estamos dispuestos a sacrificarnos por casi nada. Porque desconocemos nuestra historia, cuando no la despreciamos. Como en Occidente se vive así, se piensa que todo el mundo es igual. Y no, no es así. Hay gente dispuesta no solamente a morir por sus creencias, sino dispuesta también a matar. En el Occidente antiguamente cristiano se piensa que todo vale, pues la progresía se dedica a blasfemar y  ridiculizar a Cristo y a la Iglesia sin consecuencias pero, oh, sorpresa, los islamistas son otra cosa.

Y lo peor es que no estos progres no aprenden. Ahora siguen apelando a la libertad de expresión y reclaman el derecho a blasfemar libremente sin consecuencias. Es decir, quieren ofender lo que es sagrado para millones de personas, sea cual sea su religión, ¡y que éstos se callen y se jodan, sin más! Verán, esto no funciona así. Cuando ustedes ofenden a alguien, ese alguien se puede enfadar. Ustedes no tienen derecho a insultar ni ofender, ni hay libertad de expresión que ampare eso, y si lo hacen deben tener en cuenta que pueden provocar odio hacia ustedes en determinadas personas, algunas de las cuales pueden llevar ese odio al extremo. El simple hecho de reclamar un libre derecho a la ofensa, lo que erróneamente llaman libertad de expresión, no es más que otro ejemplo de la putrefacción moral e intelectual que impera en Europa. Cuando esto lo reclama, además, un político, lo convierte en un acto de hipocresía enorme, en tanto que las personas o colectivos que no comulgan con el Sistema ven coartada esta libertad incluso sin insultar a nadie, existiendo hasta leyes que persiguen opiniones  sobre hechos históricos concretos y represaliando al que se aparta del camino.

Ahora, tras estos sucesos, una ola de indignación recorre Europa, y Francia especialmente. Y los más indignados son, precisamente, los responsables de que esos animales estén entre nosotros. Y no sólo eso, sino que algunos son directamente responsables del auge del yihadismo en algunos países, como es el caso del gobierno francés y su actuación en Libia.


Roma no cayó sólo por el empuje de los bárbaros; cayó fundamentalmente por su propia decadencia. Europa ha dado la espalda a sus raíces; está condenada.

TOMADO DE: BATZEGADA

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