Lo que parece, una venganza llevada a cabo por islamistas
Sería, sin lugar a dudas, una muestra de
que la tan cacareada sociedad multicultural que nos quieren vender es un
rotundo fracaso, un mojón intelectual políticamente correcto que sólo
se cree la gente que vive alejada de la realidad, o lo que es lo mismo,
la masa que no es capaz de pensar por sí misma; ya se encarga el Sistema
de pensar por ella. Una masa acrítica que asume los eslóganes, que no
los argumentos (por inexistentes), de las élites capitalistas y sus
medios de comunicación, incapaz de ver un problema en sus mismas narices.
Los millones de inmigrantes que hay en
Europa no han venido a pagarnos las pensiones ni tienen, en general,
voluntad ni necesidad de integrarse. ¿Por qué se van a integrar si son
capaces de formar comunidades tan grandes que les hacen sentirse como en
casa? Los musulmanes en particular, ¿por qué habrían de asumir una
cultura decadente como la occidental si la suya es mucho más sólida? No
tiene el más mínimo sentido. No quieren y no lo necesitan. Es más, con
el tiempo podrían acabar imponiéndose, por su fuerza y por la debilidad
de los europeos. Y con razón, además, porque mientras nosotros pensamos
en el fútbol, en comprarnos el último cacharro electrónico que ha salido
al mercado o en la última edición de Gran Hermano, ellos se dedican a
preservar su cultura y sus tradiciones y a tener hijos. Exacto, los
hijos que nosotros no tenemos. Por lo tanto, en unas cuantas
generaciones serán más. Y no sólo eso: Serán también más fuertes, menos
acomodados. En resumen, nos pasarán por encima.
Ahora, tras los sucesos de París, la
sociedad bien pensante se rasga las vestiduras, incapaz como es de ver
que esto es una consecuencia de eso que llaman progreso y sociedad
multicultural, incapaz de ver que es culpa suya. Es el Sistema
(capitalismo, democracia, relativismo) es el que ha fomentado la
inmigración hacia Europa, especialmente musulmana. ¿Y ahora qué? Ahora
entran unos señores con un fusil de asalto en la redacción de una
revista y se ventilan a once personas de un plumazo, más los policías,
más los del mercado. ¿No querían multiculturalidad? Pues que la disfruten.
Hemos llegado a esto porque Occidente, la
Civilización Cristiana, prácticamente no existe como tal. Porque somos
una cultura absolutamente decadente y en proceso de derribo, sino
derribada del todo. Porque hemos sustituido a Dios por deportistas,
Hollywood, TV, pornografía, drogas, hedonismo. Porque no estamos
dispuestos a sacrificarnos por casi nada. Porque desconocemos nuestra
historia, cuando no la despreciamos. Como en Occidente se vive así, se
piensa que todo el mundo es igual. Y no, no es así. Hay gente dispuesta
no solamente a morir por sus creencias, sino dispuesta también a matar.
En el Occidente antiguamente cristiano se piensa que todo vale, pues la
progresía se dedica a blasfemar y ridiculizar a Cristo y a la Iglesia
sin consecuencias pero, oh, sorpresa, los islamistas son otra cosa.
Y lo peor es que no estos progres no
aprenden. Ahora siguen apelando a la libertad de expresión y reclaman el
derecho a blasfemar libremente sin consecuencias. Es decir, quieren
ofender lo que es sagrado para millones de personas, sea cual sea su
religión, ¡y que éstos se callen y se jodan, sin más! Verán, esto no
funciona así. Cuando ustedes ofenden a alguien, ese alguien se puede
enfadar. Ustedes no tienen derecho a insultar ni ofender, ni hay
libertad de expresión que ampare eso, y si lo hacen deben tener en
cuenta que pueden provocar odio hacia ustedes en determinadas personas,
algunas de las cuales pueden llevar ese odio al extremo. El simple hecho
de reclamar un libre derecho a la ofensa, lo que erróneamente llaman
libertad de expresión, no es más que otro ejemplo de la putrefacción
moral e intelectual que impera en Europa. Cuando esto lo reclama,
además, un político, lo convierte en un acto de hipocresía enorme, en
tanto que las personas o colectivos que no comulgan con el Sistema ven
coartada esta libertad incluso sin insultar a nadie, existiendo hasta
leyes que persiguen opiniones sobre hechos históricos concretos y
represaliando al que se aparta del camino.
Ahora, tras estos sucesos, una ola de
indignación recorre Europa, y Francia especialmente. Y los más
indignados son, precisamente, los responsables de que esos animales
estén entre nosotros. Y no sólo eso, sino que algunos son directamente
responsables del auge del yihadismo en algunos países, como es el caso
del gobierno francés y su actuación en Libia.
Roma no cayó sólo por el empuje de los
bárbaros; cayó fundamentalmente por su propia decadencia. Europa ha dado
la espalda a sus raíces; está condenada.
TOMADO DE: BATZEGADA
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