domingo, 10 de mayo de 2015

La teología de la liberación, ¿creada por el KGB para destruir la Iglesia desde dentro?


La conocida como Teología de la Liberación se presentó en América Latina a finales de los 60 y principios de los 70 como una apuesta evangélica que tenía una “opción preferencial por los pobres”. Sin embargo, desde su nacimiento el marxismo impregnó casi por completo este movimiento en un contexto histórico complicado, en plena guerra fría y en una zona geográfica en la que el comunismo logró grandes cotas de poder.
Las consecuencias han sido nefastas para la Iglesia. La teología de la liberación se extendió rápidamente provocando la prevalencia del marxismo sobre el cristianismo. Con el paso de los años se ha demostrado su total ineficacia aunque el mal es ya casi irreparable. Generaciones de sacerdotes y fieles sucumbieron ante la teología de la liberación. Muchos perdieron la fe y abrazaron al “dios” político y las iglesias se vaciaron de manera vertiginosa.
Visto con la perspectiva del tiempo parece que esta teología hubiera sido ideada por el enemigo para acabar con la Iglesia desde dentro. Y puede que esta teoría tenga más de cierto de lo que pueda parecer. Así lo atestigua uno de los jefes del espionaje soviético de los 70 y que más tarde desertó a EEUU. Gracias a ello podemos saber hasta qué punto la teología de la liberación fue inventada en un laboratorio soviético para aniquilar a uno de sus grandes enemigos.
Ion Mihai Pacepa fue un general soviético y jefe del espionaje de la Rumanía de Cauecescu durante la década de los sesenta y setenta. Desertó y se marchó a Estados Unidos convirtiéndose en el oficial comunista de más alto rango que huyó, siendo de gran ayuda para EEUU durante la Guerra Fría.
Entre los secretos que se llevó consigo estaba el papel del poder soviético en la creación de la Teología de la Liberación. En una entrevista con el portal ACI Prensa, Pacepa asegura que aprendió de la “implicación que tuvo el KGB con la Teología de la Liberación del general soviéticoAleksandr Sakharovsky“, que fue jefe del servicio de inteligencia en el extranjero de la URSS y bajo cuyo mando se produjo la exportación del comunismo a Cuba o la creación del Muro de Berlín. Hombre de gran confianza de Nikita Kruschev, presidente de la URSS que quería entrar en la historia como el que logró implantar el comunismo en el continente americano.
“Nació en el KGB e inventó su nombre”
Este general de la inteligencia comunista indica sin ambages que “el movimiento nació en el KGB y tuvo un nombre inventado por el KGB”. Según explica, durante esos años la inteligencia soviética tuvo “una inclinación por los movimientos de ‘liberación'”. De ahí que creara o amparara a otros grupos como el Ejército de Liberación Nacional de Colombia, el de Bolivia o incluso la Organización para la Liberación de Palestina junto a Arafat. “Son solo unos de los pocos movimientos de ‘liberación’ nacidos en Lubyanka (los cuarteles de el KGB)”.
Pacepa detalla cómo el KGB dio forma a la teología de la liberación hasta convertirla en el principal problema interno de la Iglesia Católica y al que se enfrentaron de manera titánica Juan Pablo II como Papa y el que fuera cardenal Ratzinger como prefecto de la Doctrina de la Fe logrando minimizar el daño causado y que podría haber llegado a extremos críticos.
“El nacimiento de la Teología de la Liberación -asegura el exgeneral comunista- fue el intento en 1960 de un súper secreto ‘Programa de desinformación’ aprobado por Aleksandr Shelepin, el presidente de el KGB, y por el miembro del Politburó, Aleksey Kirichenko, que coordinó las políticas internacionales del Partido Comunista”.
De este modo, Pacepa agrega que en el programa estaba previsto que el KGB “tomara en secreto el control del Consejo Mundial de Iglesias con sede en Ginebra y lo usara como tapadera para convertir la Teología de la Liberación en una herramienta revolucionaria en Sudamérica”.
El siguiente paso también estaba preparado. Primeramente “el KGB comenzó construyendo una organización religiosa internacional intermedia llamada Conferencia Cristiana por la Paz y cuya principal tarea era llevar la creada Teología de la Liberación al mundo real”. Esta organización a su vez estaría a su vez subordinada al Consejo Mundial de la Paz, otra creación del KGB según Pacepa.
De este modo, supo del todopoderoso general Sakharovsky que en 1968 la Conferencia Cristiana por la Paz creada por el KGB “fue capaz de manipular a un grupo de obispos sudamericanos de izquierda dentro de la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Medellín”, reunión que tuvo un papel clave en el nacimiento de este movimiento.
El jefe de la inteligencia rumana explica que “la tarea oficial de la Conferencia era disminuir la pobreza. Su objetivo no declarado fue reconocer un nuevo movimiento religioso alentado a los pobres a rebelarse contra la ‘violencia institucionalizada de la pobreza’ y recomendar el nuevo movimiento al Consejo Mundial de Iglesias para su aprobación oficial. La Conferencia de Medellín logró ambos objetivos. También compró el nombre nacido de el KGB Teología de la Liberación”.
Javier Lozano
TOMADO DE: Libertad Digital
La entrevista publicada en AciPrensa:

Ex espía de la Unión Soviética: Nosotros creamos la Teología de la Liberación

WASHINGTON D.C., 05 May. 15 / 12:59 pm (ACI).- Espionaje profundo en el corazón de Europa. Secretos en la KGB (el servicio secreto de la Unión Soviética). Deserción de una nación comunista. Ion Mihai Pacepa fue general de la policía secreta de la Rumania comunista hasta antes de desertar a fines de la década de 1970 e irse a los Estados Unidos.
Es el desertor de más alto rango del comunismo en los 70’s y conversó recientemente con ACI Prensa sobre la conexión entre la Unión Soviética y la Teología de la Liberación en América Latina. A continuación se presentan extractos de la entrevista:
En general, ¿podría usted decir que la expansión de la Teología de la Liberación tuvo algún tipo de conexión soviética?
Sí. Aprendí sobre la implicación que tuvo la KGB con la Teología de la Liberación del general soviético Aleksandr Sakharovsky, jefe del servicio de inteligencia extranjero (razvedka) de la Rumania comunista, consejero y mi jefe de facto hasta 1956, cuando llegó a ser cabeza del servicio de espionaje soviético, el PGU1; una posición que mantuvo por 15 años, un récord sin precedentes.
El 26 de octubre de 1959, Sakharovsky y su nuevo jefe, Nikita Khrushchev, llegaron a Rumania para lo que sería conocido como “Las vacaciones de seis días de Khrushchev”. Él nunca había tomado un periodo tan largo de vacaciones en el extranjero, ni fue su estancia en Rumania realmente unas vacaciones.
Khrushchev quería quedar en la historia como el líder soviético que exportó el comunismo a América Central y Sudamérica. Rumania era el único país latino en el bloque soviético y Khrushchev quiso enrolar a los “líderes latinos” en su nueva guerra de “liberación”.
Aprendí sobre Sakharovsky de sus escritos, pero no pude encontrar alguna otra información relevante sobre él. ¿Por qué?
Sakharovsky era una imagen soviética de los años candentes de la Guerra Fría, cuando todavía no todos los miembros de los gobiernos británico e israelí conocían la identidad de los líderes de la Mossad y del MI-6. Pero Sakharovsky jugó un rol extremadamente importante en la conformación de la historia de la Guerra Fría. Él causó la exportación del comunismo a Cuba (1958-1961); su manejo perverso de la crisis de Berlín (1958-1961) generó el Muro de Berlín; su crisis de los misiles cubanos (1962) puso al mundo al borde la guerra nuclear.
¿Fue la Teología de la Liberación un movimiento de alguna manera ‘creado’ por la parte de la KGB de Sakharovsky, o fue un movimiento existente que fue exacerbado por la URSS?
El movimiento nació en la KGB y tuvo un nombre inventado por la KGB: Teología de la Liberación. Durante esos años, la KGB tuvo una inclinación por los movimientos de “liberación”. El Ejército de Liberación Nacional de Colombia (FARC –sic–), creado por la KGB con ayuda de Fidel Castro; el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, creado por la KGB con ayuda del “Che” Guevara; y la Organización para Liberación de Palestina (OLP), creado por la KGB con ayuda de Yasser Arafat, son solo unos de los pocos movimientos de “liberación” nacidos en la Lubyanka – los cuarteles de la KGB.
El nacimiento de la Teología de la Liberación fue el intento en 1960 de un super secreto “Programa de desinformación” (Party-State Dezinformatsiya Program), aprobado por Aleksandr Shelepin, el presidente de la KGB, y por el miembro del Politburo, Aleksey Kirichenko, quien coordinó la políticas internacionales del Partido Comunista.
Este programa demandó que la KGB tome secreto control del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), con sede en Ginebra (Suiza), y lo use como cubierta para convertir la Teología de la Liberación en una herramienta revolucionaria en Sudamérica. El CMI fue la más grande organización ecuménica internacional después del Vaticano, representando a unos 550 millones de cristianos de varias denominaciones en 120 países.
El nacimiento de un nuevo movimiento religioso es un evento histórico. ¿Cómo fue lanzado este nuevo movimiento religioso?
La KGB comenzó construyendo una organización religiosa internacional intermedia llamada la “Conferencia Cristiana por la Paz”, cuyo cuartel general estaba en Praga. Su principal tarea era llevar la creada Teología de la Liberación al mundo real. La nueva Conferencia Cristiana por la Paz fue manejada por la KGB y estaba subordinada al respetable Consejo Mundial de la Paz, otra creación de la KGB, fundado en 1949 y por entonces con su cuartel general también en Praga.
Durante mis años a la cabeza de la comunidad de inteligencia del bloque soviético, manejé las operaciones rumanas del Consejo Mundial de la Paz (CMP). Era estrictamente KGB. La mayoría de los empleados del CMP eran oficiales de inteligencia soviéticos encubiertos. Sus dos publicaciones en francés, “Nouvelles perspectives” y “Courier de la Paix”, estaban también manejadas por miembros encubiertos de la KGB –y de la rumana DIE2–. Incluso el dinero para el presupuesto de la CMP llegaba de Moscú, entregado por la KGB en dólares, en efectivo lavado para ocultar su origen soviético. En 1989, cuando la URSS estaba al borde del colapso, el CMP admitió públicamente que el 90 por ciento de su dinero llegaba a través de la KGB3.
¿Cómo comenzó la Teología de la Liberación?
Yo no estaba en sí involucrado en la creación de la Teología de la Liberación. De Sakharovsky aprendí, sin embargo, que en 1968 la Conferencia Cristiana por la Paz creada por la KGB, apoyada en todo el mundo por el Consejo Mundial de la Paz, fue  capaz de manipular a un grupo de obispos sudamericanos de izquierda dentro de la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Medellín (Colombia).
La tarea oficial de la Conferencia era disminuir la pobreza. Su objetivo no declarado fue reconocer un nuevo movimiento religioso alentando a los pobres a rebelarse contra la “violencia institucionalizada de la pobreza”, y recomendar el nuevo movimiento al Consejo Mundial de Iglesias para su aprobación oficial. La Conferencia de Medellín logró ambos objetivos. También compró el nombre nacido de la KGB “Teología de la Liberación”.
La Teología de la Liberación tuvo líderes claves, algunos de ellos famosas figuras “pastorales”, algunas otras intelectuales. ¿Sabe si hubo alguna participación del bloque soviético en la promoción de la imagen personal o de los escritos de estas personalidades? ¿Alguna conexión específica con los obispos Sergio Mendes Arceo de México o Helder Camara de Brasil? ¿Alguna posible conexión directa con teólogos de la liberación como Leonardo Boff, Frei Betto, Henry Camacho o Gustavo Gutiérrez?
Tengo buenas razones para sospechar que había una conexión orgánica entre la KGB y algunos de esos líderes promotores de la Teología de la Liberación, pero no tengo evidencia para probarla. En los últimos 15 años de mi vida en Rumania (1963-1978), dirigí el espionaje científico y tecnológico del país, tan bien como las operaciones de desinformación dirigidas a aumentar la importancia de Ceausescu en Occidente.
Recientemente miré el libro de Gutiérrez “Teología de la Liberación: Perspectivas” (1971) y tuve la sensación de que fue escrito en la Lubyanka. No sorprende que él sea ahora considerado como el fundador de la Teología de la Liberación. De las sensaciones a los hechos, sin embargo, hay un largo camino.
Traducción de Eduardo Berdejo
TOMADO DE: ACIPRENSA

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