El 22 de abril de 1997 se llevó a cabo la heroica Operación Chavín de Huántar, con la cual se rescató a los rehenes secuestrados por los terroristas del MRTA en la residencia del embajador de Japón. Debemos sentirnos orgullosos de nuestros valerosos comandos, de todos ellos, porque, por más que las hordas izmierdistas nos quieran vender la mentira, ellos son y siempre serán HEROES. Sin embargo, por desgracia, la Operación no fue perfecta, ya que ocurrieron tres lamentables muertes: la de dos comandos, el comandante Juan Valer Sandoval y el capitán Raúl Jiménez Chávez; y la del juez Giusti. A ellos, y sobre todo a nuestros comandos mártires recordemos especialmente y estamos orgullosos de ellos. Por ellos, y en su recuerdo, es de justicia que les hayamos dedicado hoy nuestras oraciones.
Pero, lamentablemente, también deberíamos sentir vergüenza de que en nuestros país, en vez de honrar a nuestros héroes, se les persiga judicialmente; porque eso son en verdad ellos hoy en día, víctimas de una persecución judicial llevada a cabo por obra y gracia de aquellos hijos de puta oenegeros, autotitulados "defensores de los derechos humanos" -pero que en realidad no son sino los defensores de los terroristas y enemigos del Perú-, fiscales y jueces caviares, y de sus aliados internacionales: la Comisión y la Corte Interamericana de Desechos Humanos. Pero, no importa, sabemos que la Verdad siempre prevalece al final; y todos estos infelices que usan los mecanismos de la justicia para la persecución de los héroes y para la defensa de los enemigos de la patria, tendrán al final su merecido castigo, si no es en esta vida, en la otra, cuando el Juez supremo y único infalible los condene al Infierno, en donde hoy se hallan sus amados secuestradores del MRTA. Allá con ellos se reunirán, tarde o temprano.
¡Muerte al socialismo y al comunismo terrorista, y a sus aliados!
¡Viva el mártir Raúl Jiménez Chávez!
¡Viva el mártir Juan Valer Sandoval!
¡Vivan los heroicos comandos Chavín de Huántar!
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