Bergoglio y su mejor herramienta: la confusión
por Augusto
TorchSon
Señalábamos en alguno de nuestros artículos que,
sabiendo que de la confusión es más difícil de salir que del error, Bergoglio
usa ésta como una de sus más poderosas herramientas de promoción de su
humanismo masónico.
En su viaje por los marxistoides dominios de su amigo
Evo Morales, éste último le regaló una cruz en forma de “martillo y hoz”,
símbolo por excelencia del comunismo. Los medios “izquierdistas” celebraron
dicho gesto mientras que los medios “derechistas”, o más bien conservadores,
señalaron que Bergoglio al recibir la misma dijo con disgusto, “no está
bien eso”. Así, por ejemplo, el mismísimo RomeReports tituló un video con
esa frase, que posteriormente hizo desaparecer. (aquí).
Abajo se puede apreciar como el título en el link señalado con rojo por
nosotros, dice “www.romereports.com/2015/07/09/papa-a-evo-morales-no-esta-bien-eso”
Para entender bien de que se trata todo, y para darle
otro dolor de cabeza a los apologetas bergoglianos, resaltamos también en rojo
el título abajo del video que señala como Bergoglio hizo una parada para
homenajear al sacerdote jeusita Espinal asesinado por “la derecha dictatorial
boliviana”. Pero si seguimos “informándonos”, la ultraoficialista agencia de
noticias “católicas” AICA nos informa sobre el evoliano regalo que: “Además,
le entregó el tallado de una cruz formada con la hoz y el martillo, que es una
reproducción de una que hizo el sacerdote jesuita español Espinal”. O
sea que Bergoglio homenajea a un sacerdote marxista (tal vez próximamente en
los altares como Helder Cámara o Romero) y después supuestamente se ofende
porque le entregan la cruz que el mismo pseudomartir talló.
Pero para mayor esclarecimiento de la oscuridad bergogliana, es interesante ver como nos quieren hacer creer que le molesta ver la "cruz marxista" más no tenerla colgada en su pecho, como lo muestra la imagen que adjuntamos.
Pero para mayor esclarecimiento de la oscuridad bergogliana, es interesante ver como nos quieren hacer creer que le molesta ver la "cruz marxista" más no tenerla colgada en su pecho, como lo muestra la imagen que adjuntamos.
En su pasó por Ecuador, el “revisionista
histórico del catolicismo” Jorge Mario Bergoglio, señala en su homilía
respecto al bicentenario de Quito: “el Bicentenario de aquel grito de
independencia de Hispanoamérica. Ese fue un grito nacido de la conciencia de
falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, sometidos a
conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno”, apelando
al marxistoide discurso de los “pueblos originarios” que
“padecieron”, la conquista y evangelización. Bien haría Bergoglio en ver la
película “Apokalipto” de Mel Gibson de la que aprendería mucho más de historia
que con sus amigos Leonardo Boff y Gustavo Gutierrez. Pero también en dicha
oportunidad se refirió como flagelo al “machismo”. Bandera por excelencia del feminismo abortista
es la lucha contra el “machismo”. Si es tan ecuánime podría haber hecho
referencia a este movimiento que es más destructor de valores cristianos que el
denostado por el porteño picarón. Pero, como denunciamos en nuestro artículo“Bergoglio
apoya marcha abortista”, “Ni una menos”, promovida precisamente
por movimientos feministas, sabemos que uno de los pilares del humanismo
masónico de éste oscuro personaje, es la condescendencia con esos “excluídos
y discriminados grupos minoritarios” a los que pretende premiar con la
Eucaristía como “remedio para los débiles” aunque de esa forma “coman
y beban de su propia condenación”. A este respecto, los movimientos
liberales que se autodenominan “próvida” mandaron numerosos emails pidiendo no
asistir a la marcha, posteriormente apoyada por Bergoglio, aduciendo que éste
en su “eco-encíclica” señalaba que la “ecología integral es contraria al
aborto”. Y otra vez más la confusión juega a favor, no sólo de
Bergoglio, sino de quienes no queriendo dejar de “pertenecer”,
de quedarse sin su porción de “píldoras soma” del “Mundo feliz” de Huxley;
prefieren seguirse engañando a padecer el dolor salvífico, el de la Verdad, que
duele, que cuesta, pero que vale la pena porque conduce a lo único que
realmente importa: a la Vida Eterna.
Abandonado casi absolutamente el Sí, sí; No, no, que
Cristo nos dejó como imperativo del accionar cristiano; en el mundo del masomenismo
masónico, del relativismo modernista; para no caer en la confusión tenemos que
mantenernos firmes en la fe si queremos alcanzar la recompensa Divina; porque,
como repite nuestro amigo y referente Antonio Caponnetto, para no ser “desertores
de la eternidad” tenemos que tener en cuenta que “no
hay ciencia más acabada que el hombre bien acabe, porque al final de la
jornada, el que se salva sabe, y el que no, no sabe nada”
Trabajando para que Cristo reine y regrese pronto.
Augusto TorchSon
TOMADO DE: Nacionalismo Católico San Juan Bautista
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